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Científicos de la tierra utilizaron un instrumento láser de alta precisión para medir el tiempo y la velocidad de nuestro globo terráqueo, específicamente diseñado para medir la velocidad de rotación del planeta. Dicha herramienta, se ha convertido en una pieza clave para comprender los movimientos de la tierra. A pesar de que no es perfecto y enfrentaba dificultades técnicas, como la asimetría de los rayos láser, la implementación de un algoritmo reciente ha mejorado considerablemente su precisión. Así, el equipo de investigación observó fluctuaciones en la rotación de la Tierra, representadas por apenas 6 milisegundos cada dos semanas.Como resultado, se proyectó que el planeta transitará en los próximos 200 millones de años hacia días de 25 horas.Un estudio de Nature reveló que, hace unos 1.500 millones de años, un día terrestre solía durar unas 19 horas. Otro reporte calculó que hace 66 millones de años, cuando los dinosaurios se extinguieron, alcanzó unas 23 horas. Y, actualmente, sabemos por conocimiento propio que llega a casi unas 24 horas. Aunque este pronóstico ocurrirá lejos y es probable que no lo presencien las actuales generaciones, el cambio ya está en marcha.
Entonces, sobre las implicaciones, Alejandro Farah Simón, miembro del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Programa Espacial Universitario (PEU), le comentó a National Geographic que el tiempo que experimenta en el día a día, estandarizado a nivel mundial como 24 horas, se basa en el promedio del tiempo solar a lo largo de todo el año. El experto ofrece una perspectiva sobre la complejidad de la medición del tiempo y asegura que la interacción gravitatoria de la Tierra con los cuerpos celestes vecinos del Sistema Solar, especialmente con la Luna, ha resultado en un aumento del tiempo de rotación terrestre.En otras palabras, agregó el experto, la Tierra ha experimentado una desaceleración en su giro a lo largo de millones de años. Este cambio ha sido gradual e imperceptible para los seres vivos, dado el extenso lapso de tiempo en la escala cósmica.