Amnistía Internacional: “Nos vamos a encontrar con un panorama aterrador, un mundo en el que los drones y otras armas avanzadas pueden escoger objetivos y atacarlos sin control humano.
Verity Coyle
Con este mensaje de la asesora principal en el Secretariado Internacional de Amnistía Internacional en Londres, comenzamos este post noticioso para encausar un problema serio en los adelantos tecnológicos, principalmente en la creación, producción y distribución de armas inteligentes completamente autónomas.
que en la vida real, haciendo parte del arsenal de guerra de cualquier país.
En la más reciente reunión de la ONU, las 125 naciones que pertenecen a un acuerdo llamado Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (CCW, por su sigla en inglés) señaló que buscaba restricciones para los robots asesinos. Sin embargo, se les opusieron los miembros que están desarrollando estas armas, en particular Estados Unidos y Rusia. La agencia AFP y EFE, informaron sobre la posición de los opositores a estas nuevas tecnologías para el uso de la guerra.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el establecimiento de restricciones al empleo de armamento autónomo (como algunos tipos de drones), en una nueva ronda de negociaciones para modificar acuerdos internacionales de control de armamento que se inauguró en Ginebra, hace menos de un mes.
En su mensaje para la conferencia, que revisa la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (en vigor desde 1983), el diplomático portugués pidió “llegar a un consenso en el ambicioso plan de restringir la utilización de determinados tipos de armamento autónomo”, que no existían cuando se creó el acuerdo internacional. El control de armamento autónomo se ha debatido en el seno de la ONU durante los últimos ocho años, mientras nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o los sistemas de reconocimiento facial, han perfeccionado este tipo de armas.
Algunos de los 125 países firmantes de la convención piden su total prohibición, pero potencias como Francia y Estados Unidos han mostrado reticencias a una retirada completa de unas armas que consideran más precisas que aquellas manejadas por seres humanos. La campaña “Stop Killer Robots”, que agrupa a 180 ONG, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, acaba de apoyar a decenas de países que desean la prohibición total. Sin embargo, en la Sexta Conferencia de revisión de la Convención sobre la prohibición o limitación del empleo de algunas armas convencionales se concluyó sin ningún acuerdo.
Todavía
hay mucho trabajo en la concientización de la exterminación de la raza
humana, ya no tanto de países o potencias, sino de todos los que
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